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Maira Ricárdez

La canícula es la temporada del año en la cual, de acuerdo a los conocedores del tema, el calor es más fuerte, tanto en el hemisferio Sur como en el Norte (desfasados seis meses entre sí). La duración oscila entre cuatro y siete semanas. La canícula comienza algunas semanas después del solsticio de verano (que ocurre el 21 de junio en el hemisferio norte y el 21 de diciembre en el hemisferio sur); es la época en la que el sol del mediodía está a la máxima altura posible sobre el horizonte.

Sobre este fenómeno, las personas que trabajan el campo, aquellos que acostumbraron a iniciar la siembra de sus cultivos mirando a las estrellas en los países de América Central, notaban que cerca del 15 de julio el clima se secaba y no era conveniente sembrar, dicho período terminaba cerca del 15 de agosto, hasta entonces reiniciaban la siembra.

El meteorólogo de la Coordinación Estatal de Protección Civil, Cutberto Ruíz Jarquín, indicó que lleva estudiando este fenómeno, al menos 25 años, coincidió en que la canícula es cuando las lluvias se ausentan, y este año en Oaxaca se presentó al menos una semana antes de lo esperado; las zonas más afectadas por la escasez del vital líquido para la siembra son Valles Centrales, Costa e Istmo., precisó.

Curiosamente destacó, este período de ausencia de lluvia es cuando los cultivos más lo demandan, entre julio y agosto, porque es cuando se da el período de floración de lo sembrado, entonces ante la carencia de líquido lo más previsible es que la cosecha se pierda.

En Oaxaca la canícula se presenta cada año dijo, este año se presentó 10 días antes aproximadamente, pero no es que el período de lluvias se haya acabado precisó, si habrá pero se da esta pausa, lamentable para el campo pues es cuando más se requiere, en este sentido consideró que la recomendación posible para el campo sería que de acuerdo a la experiencia, vayan considerando otro tipo de cultivo, más fuerte, que resista un poco más la escasez, pues cada año son los más endebles, milpa y frijol, principalmente, los que mueren de sed.