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Jaime GUERRERO
Presuntos fraudes, constructoras que no cumplen y asignación de recursos de manera discrecional, han impedido el progreso de la reconstrucción del Istmo de Tehuantepec después de los sismos que siniestraron la región en septiembre de 2017.
“Hay muchas inconsistencias, mucha corrupción. La gente sigue sin recuperar su patrimonio. Hay muchas injusticias”, se quejó Nobel López, integrante de la Coordinadora General de Damnificados del Istmo.
Aún cuando, no existe un censo en la región de las viviendas que requieren ser reconstruidas, estimó que no se ha llegado ni al 40 por ciento. En Unión Hidalgo hay menos de diez viviendas reconstruidas. El resto sigue en obra negra.
Acusó que constructoras no cumplieron con lo ofrecido, tarjetas sin fondo, fraudes, censos incompletos y asignación de recursos de manera selectiva y discrecional, han detenido la reconstrucción del Istmo de Tehuantepec.
A casi un año, la catástrofe sigue siendo evidente. Las casas demolidas bajo engaños y presión, no tienen fecha de reconstrucción.
Insistió que hubo empresas constructoras que obligaron con engaños a los pobladores a demoler sus viviendas bajo el argumento de que obtendrían más recursos por pérdida total.
“No hay una aclaración ni un actuar honesto del destino de los recursos para nuestra gente. Nos dejan en la incertidumbre”, sostuvo.
En Unión Hidalgo -expuso- empresas constructoras obligaron con engaños a los pobladores a demoler bajo el argumento de que de otra manera no aplicarían los recursos por daño total. Las demoliciones fueron ordenadas para así obtener una comisión.
Otro caso en este mismo municipio fue el de 25 personas a quienes les entregaron tarjetas sin fondos y al menos tres más a quienes el mismo Fonden les retiró dinero de sus cuentas. Las denuncias fueron presentadas ante la Secretaría de Desarrollo Territorial y urbano (Sedatu).
Recientemente, otro caso de fraude fue el cometido por Iván Mouriz, una persona que se hizo pasar por español e integrante de una fundación llamada “Ibero Mexicana de Auxilio”. El hombre que en realidad es de nacionalidad mexicana, obligó a las familias a demoler sus casas por completo con la promesa de volverlas a construir con un valor de 280 mil pesos.
Se llevó sus tarjetas de Fonden que el gobierno federal les había entregado y les pidió dinero en efectivo en cambio de la reconstrucción de las casas, pero a un año no levantó una sola vivienda.
A su vez, el coordinador de damnificados en el Istmo Ray Toledo, indicó que los fraudes en el municipio fueron cometidos por un presunto contratista de Puebla, denunciado ante la Fiscalía General de Justicia del Estado,
Al menos tres familias cayeron en la estafa por la presión que ejerció la Sedatu para acelerar el proceso de reconstrucción. Las víctimas entregaron parte de su dinero a un particular de nombre Álvaro Certeña el cual desapareció con el dinero.
Las estafas fueron cometidos a falta de un plan integral de reconstrucción para los damnificados de los 41 municipios con daños.
*Foto: Proceso