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Maira Ricárdez
Enseñanza y acercamiento, todo a partir del amor a los hijos., pero también crisis de estrés y ansiedad, son los sentimientos más comunes de las madres, que este 10 de mayo se encuentran en medio de un festejo tradicionalmente nacional, pero este año marcado por la pandemia covid, que marca sin duda la diferencia en la forma de festejo, y abre la oportunidad a la reflexión.
El estado de alarma en el mundo y por ende en México y en Oaxaca obligó a la mayoría de madres a confinarse sabiendo que tenían que teletrabajar y, al mismo tiempo, cuidar de sus hijos sin mayor apoyo que el de sus propias fuerzas, físicas y en gran medida, emocionales; paciencia y autocontrol, han sido la clave para la gran mayoría de madres con hijos menores de edad en esta etapa de confinamiento.
Este periodo también, para quienes tienen hijos en etapa adolescente ha significado reconocimiento, pues el tiempo que antes los hijos pasaban en el aula, ahora lo pasan en casa, viendo a mamá trapear, lavar, hacer comida, hacer trabajo de oficina y apoyarlos en sus labores de aprendizaje en línea; en la voz, una madre psicóloga de profesión con tres niñas, de 10, 12 y 18 años, que destaca como valor de este período, el aprendizaje, tanto para madres como para hijos.
Ahora una madre oficinista, coincide en el aprendizaje como una de las lecciones de este periodo difícil para todos, pero en mayor dosis para madres, más cuando eres la jefa absoluta del hogar y oficinista, con un adolescente de 17 años de edad. Aprendizaje incluso en cuanto a la capacidad de aceptar y enfrentar estos momentos complejos.
Una investigación internacional incluyó a 6.829 personas y se analizaron las diferencias de género para conocer el impacto del COVID-19 en la salud mental. Las mujeres han reportado más dificultades para concentrarse y para desconectar las preocupaciones (46,5% de mujeres frente al 35,6% de los hombres). Cuando se hace referencia a los ataques de ansiedad, las mujeres indican que estos han aumentado en un 44%, en tanto que el aumento que notifican los hombres es del 15%. También se registró un incremento de los sentimientos de culpa y desesperanza y una reducción de los niveles de confianza, serenidad, optimismo y energía. Los autores de la investigación señalan que estos resultados son probablemente el fruto del rol que de facto cayó sobre las mujeres: trabajadoras y madres a la vez.
No todo ha sido malo, coinciden las participantes, se estrechó el lazo entre madres e hijos, Rita refiere que el periodo de confinamiento develó escenarios inusitados con sus hijas, pijama cual ropa de día e incluso la inauguración del antes nunca usado horno del hogar.