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Jaime GUERRERO
El candidato del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), por el municipio de Oaxaca de Juárez, Francisco Martínez Neri, reveló que a lo largo de su campaña ha recibido reclamos por desempeño de la administración de Oswaldo García.
No obstante que recicla a 4 actuales funcionarios de García Jarquín en la planilla, justificó que ahora se conducirán con otra dirección
En conferencia de prensa, reconoció que su credencial de elector está vencida, pero afirma que podrá votar en capital, a escavas cuatro calles de su casa ubicada en avenida Venus.
No obstante, reprochó que se le cuestione ser originario de Zautla.
Es menospreciar dijo y sostuvo que los Cruz, López, Pérez, Martínez, otros sí pueden gobernar la capital, no solo los apellidos de abolengo y de la llamada “Vallistocracia”.
En medio de la polémica que generó la difusión de un audio en redes sociales, rechazó echar mano de una red de compra y coacción del voto.
Martínez Neri, sostuvo que no tiene recursos en demasía y por tanto no rebasarán los más de 2 millones 900 mil pesos del tope de campaña establecidos por la ley y órgano electoral local.
En medio de la polémica que generó, su inscripción en 5 procesos internos, es decir el competir por hasta cinco candidaturas en Morena, justificó que obedece a que él se puso a disposición de la cuarta transformación y donde lo designarán estará apoyando.
Martínez Neri, aseguró que su triunfo es irreversible.
Y en caso de ganar, no solapará cualquier acto de corrupción de García Jarquín.
“Hay personas que van actuar de nueva cuenta y bajo otra dirección; hemos hecho un compromiso de trabajo, si en un momento dado alguien no quiere trabajar”, expuso el abanderado de Morena.
En tanto, aceptó debatir con todos los candidatos y candidata para la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez, y posteriormente entre los dos principales contendientes, Javier Villacaña del PRI-PAN-PRD y él porque afirmó que tiene muchas cosas que se tienen que saber y contrastar entre ambos candidatos.
De paso, rechazó ser un actor político ligado a la violencia social, por el conflicto sociopolítico del 2006. Atribuyó esa convulsión social al ex gobernador, Ulises Ruiz Ortiz.
