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Humberto Cruz
Un año después del infierno que devoró locales y mercancía en el área de artesanías de la Zona Seca del Mercado de Abasto de la Ciudad de Oaxaca, la reconstrucción ya comenzó pero avanza muy lentamente.
Hace un año la pesadilla se hizo realidad, solo la intervención oportuna del heroico cuerpo de bomberos y la suma de piperos, policías y ciudadanos evitaron que la catástrofe fuera total.
Cerca de medio millón de litros de agua fueron necesarios para controlar y extinguir el fuego que bailaba en uno de los techos del mercado, era visible desde todos los rincones de la ciudad de Oaxaca.
Durante la mañana siguiente, entre pasillos humeantes y algunos trabajos para terminar de sofocar el incendio, las y los locatarios buscaban entre los escombros y las cenizas algo que rescatar.
El gobierno de Oaxaca anunció una inversión de 100 millones de pesos para la rehabilitación de diversas áreas del Mercado de Abasto y la reconstrucción de la zona de artesanías devastada por el fuego.
Los trabajos avanzan con lentitud, pero los comerciantes confían en que la espera valga la pena
exiliados algunos, rehubicados otros, los comerciantes de artesanías tratan de sobrevivir a la destrucción de sus locales y a los efectos de la pandemia y todos los días regresan a la Central con la esperanza de conseguir lo necesario para la subsistencia.
la reconstrucción de la zona siniestrada incluye la renovación total del sistema de agua, drenaje y el cableado subterreaneo para la energía eléctrica, ahí en el corazón del mercado se habilita una cisterna para 27 mil litros de agua para utilizar en caso otro incendio.
Desde su creación, hace más de 40 años, esta sería la mayor remodelación en el mercado de abasto pero muchos parecen no entender la lección, los pasillos de contingencia siguen invadidos, los lideres venden espacios hasta sobre las jardineras, y los problemas asociados como la delincuencia y la venta de productos ilícitos, siguen ganando terreno, y ese, será otro infierno.
