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Jaime GUERRERO

La democracia mexicana enfrenta un problema de consumo superficial de encuestas e información política que impide a la sociedad distinguir entre la autenticidad y la falsedad de los contenidos.

Al advertir lo anterior -tras el pasado proceso electoral federal, local intermedio y las elecciones de gubernaturas en 6 entidades, entre ellas, Oaxaca-, el Consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), Uuc-kib Espadas, alertó de la gran cantidad de encuestas informales que, al no ser publicadas en los medios tradicionales, no son reportadas ante la autoridad y transitan por las redes sociales o por servicios de mensajería directas.

Durante su participación en el Foro Encuestas y Elecciones 2021. Balance Postelectoral, evidenció que la ciudadanía que tiende a consultar encuestas no revisa los informes que desde la autoridad electoral se generan para conocer la calidad y severidad metodológica con las que se realizan este tipo de ejercicios durante los procesos electorales.

“Esto no es un problema exclusivo de las encuestas, el consumo de información política tiene este severo problema; las creencias, los temores y los prejuicios llevan a lecturas muy superficiales que facilitan lo que se ha denominado como la posverdad, en donde información evidentemente falsa es consumida, al menos, con visos de realidad”, sentenció.

Ello, aclaró, genera que ante la opinión pública diferentes encuestas con evidentes distingos de calidad o incluso falsas son consumidas como si se tratará de un solo producto, lo que impide que la información demoscópica contribuya a generar conclusiones personales de lo que ocurre en las elecciones de cada estado.

El Consejero del INE, también expresó su preocupación respecto de la gran cantidad de encuestas informales que, al no ser publicadas en los medios tradicionales, no son reportadas ante la autoridad y transitan por las redes sociales o por servicios de mensajería directas.

“Este es un hoyo negro en términos legales, porque es absolutamente imposible que alguna autoridad verifique las comunicaciones privadas, a pesar de que a través de ellas circula información falsa de todo tipo, incluidos presuntos informes de encuestas fabricadas con la firme intención de generar un estado de ánimo en un sentido u otro de la elección”, dijo.

Consideró que la reglamentación sobre encuestas electorales debe adaptarse, ya que aun cuando puede no ser exitosa para detener las encuestas falsas que circulan por los servicios de mensajería, puede resultar en una mayor atención pública que contribuya a la evolución del público receptor para discernir entre lo que es un auténtico ejercicio de opinión y publicidad al margen de cualquier realidad.

El Consejero participó junto con los representantes de algunas casas encuestadoras como Rodrigo Galván, de De las Heras Demotecnia; José Alberto Vera, de Parametría y Ricardo De la Peña, de ISA.