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La justicia debe estar al alcance de todas y todos; por ello, adaptadas en un lenguaje claro, con palabras que se puedan entender y sin tecnicismos, las sentencias de lectura fácil han sentado un precedente en el Tribunal Superior de Justicia del Estado.

Víctima de abuso sexual, Adri, como muchas niñas y niños que pasan por esta situación, tiene derecho a vivir libre, feliz y sin miedo y eso le hicieron saber las magistradas y magistrado que integran la Sala Constitucional y Cuarta Sala Penal que llevaron su proceso jurídico en segunda instancia.

Ella biológicamente tiene 39 años de edad; sin embargo presenta una discapacidad intelectual y de lenguaje. Su mentalidad es de una niña de cuatro años y al no saber leer ni escribir, en un texto sencillo y comprensible grabado con la voz de una niña para una mayor cercanía y sensibilidad le hacen saber la decisión que se tomó en su caso. Este es parte del texto:

una de nuestras obligaciones como magistrados es cuidar que nadie lastime a las personas, en este caso, a ti. Eres una gran chica y no tienes la culpa de lo que te sucedió” (voz infantil)

Sobre el caso, la magistrada Berenice Ramírez Jiménez explicó que como parte de las sentencias en formato de lectura fácil que ha implementado el Poder Judicial del Estado, el caso de Adri marcó un precedente al apoyarse en un audio, además de que esta forma de redacción de textos tiene un lenguaje acorde a quienes van dirigidos, es más humanizada salvaguardando su derecho de acceso a la justicia.

“nosotros como sala estamos dictando todas la sentencias en las que están involucradas menores de edad, tienen siempre una sentencia de lectura fácil, que sean más cercanas, más sensibles, más apegadas a la parte humana de todo juzgador. Creo que es importante generar sentencias sensibles y apegadas a la actualidad, utilizando todos los factores digitalización, audio, video, la tecnología, poder utilizarlas y poder llegar hacia esas personas o esos sectores más vulnerables”

Al ser el abuso sexual uno de los delitos más recurrentes en los menores de edad cometidos por algún familiar o persona cercana, la magistrada recomendó a madres y padres de familia mantener la comunicación constante con sus hijas e hijos, creerles y fortalecer su confianza.