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Maira Ricárdez
Siete mujeres fueron designadas el pasado 26 de febrero Secretarias de Estado en el mismo número de instancias del Gabinete de Alejandro Murat, mismas que este 08 de marzo Día Internacional de la Mujer, encabezan el evento alusivo a la fecha.
La relevancia del evento va más allá de un acto protocolario, el tema central es la inclusión de mujeres en espacios estratégicos de la administración pública estatal, que con sus decisiones y consideraciones van construyendo la ruta de desarrollo del estado, históricamente estos espacios han estado ocupados solamente por hombres, mientras que las mujeres solamente eran designadas subsecretarias, directoras o jefas de departamento, es hasta ahora que han sido designadas cabezas de sector.
De acuerdo a lo anterior, el gabinete de Alejandro Murat Hinojosa está este 2022 a ocho meses de su conclusión, con un gabinete legal con mayoría de mujeres, en apego a la igualdad de género.
Hoy día, de las 16 secretarías que establece la Constitución del estado para el ejercicio del Poder Ejecutivo, 9 son ocupadas por mujeres y 7 por hombres.
Las Secretarías que a esta fecha son encabezadas por mujeres:
-Secretaría de Seguridad Pública, Dalia Baños Noyola
-Secretaria de Administración, Mariana Nassar Piñeyro
-Secretaría de Pueblos Indígenas y Afromexicanos, Edith Aparicio Martínez
-Secretaría de Bienestar, Yolanda Martínez López
-Secretaría de la Mujer Oaxaqueña, Ana Isabel Vásquez Colmenares Guzmán
-Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca, Karla Villacaña Quevedo
-Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, Helena Iturribarría Rojas
-Secretaria de Salud, Virginia Sánchez Reyes -Secretaría de Movilidad, Claudia del Carmen Silva Fernández.
Progresos paritarios en espacios de decisión que va marcando pauta, pero que son apenas un mínimo avance desde el grave episodionegros a partir del cual nació el Día Internacional de la Mujer, aquella manifestaciones de las mujeres que, especialmente en Europa, reclamaban el derecho al voto, mejores condiciones de trabajo y la igualdad entre los sexos.
La explicación más verosímil se remonta a mediados del siglo XIX. El capítulo más cruento de la lucha por los derechos de la mujer se produjo, el 25 de marzo de 1911, cuando se incendió una fábrica de camisas de Nueva York y 123 mujeres y 23 hombres murieron. La mayoría eran jóvenes inmigrantes de entre 14 y 23 años. Según los bomberos, una colilla mal apagada tirada en un cubo de restos de tela fue el origen del incendio. Las trabajadoras y sus compañeros no pudieron escapar porque los responsables de la fábrica cerraban todas las puertas de escaleras y salidas, una práctica habitual entonces para evitar robos.
Al no poder huir, muchas de las trabajadores saltaron a la calle desde los pisos octavo, noveno y décimo del edificio. La mayoría de las víctimas murieron por quemaduras, asfixia, lesiones por impacto contundente o una combinación de estas causas. El desastre industrial, el más mortífero de la historia de la ciudad, supuso la introducción de nuevas normas de seguridad y salud laboral en el país.
