#RedacciónOaxaca
#Oaxaca
Jaime GUERRERO
Con 30 votos a favor, el Congreso de Oaxaca, exhortó a la Jefa del Servicio de Administración Tributaria (#SAT), Raquel Buenrostro, a investigar e informar el estado actual de los trámites concernientes a la inscripción en el padrón de bebidas alcohólicas y agilice la expedición de los marbetes o precintos ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (#SHCP), tramitados por mezcaleras y mezcaleros.
De la misma forma, se realice en conjunto una agenda de trabajo con las mezcaleras y mezcaleros de Oaxaca, a fin de homologar criterios sobre dichos trámites.
La diputada promovente del punto de acuerdo, Mariana Benítez Tiburcio, destacó que en el Estado, existe una gran variedad de diversidades biológicas del maguey, que llevan a que cada bebida alcohólica que se produce con ellas tenga una característica específica.
Benítez Tiburcio, resaltó que cerca del 92% de la producción de mezcal es artesanal y se produce principalmente en los estados de Guerrero, Oaxaca y Michoacán, sin embargo, en ocasiones la burocracia ralentiza este proceso, en obvio perjuicio para nuestros paisanos y paisanas.
Y es que para que las y los productores aspiren a vender el mezcal que elaboran, el trámite burocrático les ordena realizar su inscripción ante el Servicio de Administración Tributaria, quien tiene a su cargo el Padrón de Contribuyentes de Bebidas Alcohólicas, que a su vez se realiza con la finalidad de poder solicitar “los marbetes o precintos” ante la Secretaría de Hacienda.
Estos marbetes o precintos básicamente son el signo distintivo en la etiqueta del producto que garantiza un control fiscal y sanitario en las bebidas alcohólicas, y que actualmente se ven en un código QR, y sin el cual no pueden ser comercializadas, pues de lo contrario se harían acreedores a fuertes multas.
Por ello, la importancia que tiene la inscripción en el padrón de contribuyentes de bebidas alcohólicas, así como la solicitud y expedición de los marbetes y precintos, de manera que cada día que estos trámites se paralizan, es un día de perdida para productoras y productores.
Estos distintivos, particularmente en el mezcal, hacen que sus características y calidad sean producto de la unión entre el entorno natural en el que crecen, las personas y las especificidades históricas y culturales, que dan como resultado un sabor único.
En tribuna Benítez Tiburcio, refirió que en el país, la bebida alcohólica más vendida es la cerveza, acaparando casi el 94% del mercado.
Después le siguen las bebidas espirituosas como el mezcal, con un 3.27% del mercado, cifra que de 2013 a 2017 presentó una tasa de crecimiento promedio anual de 3.80% en un mercado de bebidas alcohólicas que también creció a un ritmo acelerado.
Las cifras muestran la importancia que tiene una bebida como el mezcal, que, debido a su proceso de elaboración artesanal, no puede competir en un mercado de economía de escala a la par de otras bebidas de corte industrial, lo cual pone en desventaja a cientos de productores Oaxaqueños que se ven impedidos en comercializar su producto a precios competitivos.
Benítez Tiburcio, destacó que las asociaciones de mezcaleras y mezcaleros independientes han hecho del conocimiento que cuando se realizan solicitudes, por la burocracia los trámites se han ralentizado e incluso detenido hasta por dos años, bajo pretexto de que no se cumple con los múltiples requisitos.
En ocasiones incluso son de imposible obtención.
La legisladora local, lamentó que exista una falta de sensibilidad de parte de las autoridades tributarias del país, que no toma en cuenta las dificultades, los esfuerzos y trabajos que los productores de mezcal artesanal y ancestral realizan para producir un mezcal de excelente calidad, y que solamente hacen la “cancha” menos pareja en su favor, en favor del pueblo, y que solamente beneficia a los productores de mezcal industrial, que cuentan con inversión de grandes capitales.
“En perjuicio de quienes producen de manera artesanal o ancestral nuestro mezcal”.
Benítez Tiburcio, destacó que la diferenciación entre mezcal industrial, artesanal y ancestral, se distingue por el proceso de elaboración, en donde unos utilizan tecnología moderna, y otros materiales más rústicos y ancestrales.
