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Jaime GUERRERO
La LXIV Legislatura Federal, alista una reforma a la Ley General de Educación, con relación a prohibir la venta de alimentos y bebidas con un alto contenido calórico que constituyan una afectación a la salud de los educandos, además que en las escuelas se promueva la activación física y la práctica reiterada del deporte.
En tribuna, el diputado federal, Irineo Molina Espinoza, advirtió que la salud de los mexicanos ha sufrido cambios drásticos en los últimos años, la creencia de antaño que al ver a una persona con sobrepeso o “gordita” era sinónimo de opulencia y salud, ya no es aceptable, toda vez que detrás del sobrepeso existen un sinfín de efectos negativos y afectaciones al funcionamiento normal de nuestro organismo que de no controlarse generan enfermedades como la obesidad, diabetes y algunos tipos de cáncer que probablemente ocasionarían la muerte de la persona que lo padezca.
Con las reformas y adiciones a diversas disposiciones a la Ley General de Educación, en las escuelas se tendrá que promover la activación física y la práctica reiterada del deporte; así como prohibir la venta de alimentos y bebidas con un alto contenido calórico que constituyan una afectación a la salud de los educandos, fomentando la venta y consumo de alimentos que promuevan la buena nutrición; además de incluir una obligación intrínseca para que todo padre o tutor inculque e infunda en sus hijas, hijos o pupilos, hábitos de activación física y preferencia por el consumo de alimentos de alto valor nutritivo.
A su juicio, esa medida contribuirá a disminuir el aumento desmedido de personas con diabetes y que en un futuro no se tengan que destinar tantos recursos públicos para el tratamiento de dicha enfermedad.
De acuerdo a estimaciones formuladas por la Organización Mundial de la Salud, desde 1975, la obesidad se ha triplicado en todo el mundo, para el 2016, más de 1900 millones de adultos de 18 años o más tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos.
La diabetes, la obesidad y el sobrepeso son tres de los problemas de salud más grandes que enfrenta la humanidad a nivel internacional, son alarmantes las cifras que estos trastornos han alcanzado en la población adulta y en menores de edad, y desgraciadamente México se ubica en el primer lugar de obesidad infantil.
Molina Espinoza, destacó que la diabetes es una enfermedad crónica, no distingue edad, sexo o condición social, es la primera causa de amputación distinta a la ocasionada por traumatismos, la primer causa de ceguera en adultos y la primer causa de insuficiencia renal crónica; es la cuarta causa de muerte en nuestro país así como la segunda causa de ocupación de camas en hospitales después de los embarazos y partos.
Refirió que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, alertó sobre la necesidad de cambiar los hábitos alimenticios en México, donde el 73% de la población adulta padece sobrepeso u obesidad. Ante esta situación, la Secretaría de Salud tuvo que declarar Emergencia Sanitaria por el alto índice de personas con diabetes, enfermedad que provocó 98,450 muertes en 2015, la mayor mortalidad en América Latina según la Organización Panamericana de la Salud.
Indicó que para atender esta emergencia, el sector salud destinó en 2017 más de 11,600 millones de dólares, sin poder contrarrestarla, es más, podríamos asegurar que el problema va en aumento, y si no hacemos algo para remediar esta epidemia moderna, nuestro Sistema de Salud no contará con recursos suficientes para atender a toda la población de diabéticos y obesos.
Es preciso generar mayor conciencia entre la población, ya que la diabetes, la obesidad y el sobrepeso son enfermedades prevenibles, no infecciosas que se han incrementado en las últimas dos décadas debido al estilo de vida, al consumo excesivo de alimentos procesados o altamente calóricos, al sedentarismo y a los altos niveles de estrés.
“Esto nos obliga a que actuemos con responsabilidad y enfrentemos este problema aprobando medidas legislativas que, sumadas a las acciones y políticas públicas del Poder Ejecutivo, a la colaboración de la industria productora de alimentos procesados y, acompañado por supuesto, de la participación de la sociedad, sirvan para combatir con efectividad estos tres problemas que representan la mayor afectación a la salud de las y los mexicanos”, dijo.
Bajo esa perspectiva, consideró que esa medida contribuirá a disminuir el aumento desmedido de personas con diabetes y que en un futuro no se tengan que destinar tantos recursos públicos para el tratamiento de dicha enfermedad.