Citlalli López Velázquez
Aunque sin una fecha definida, la Secretaría de Vialidad y Transporte (Sevitra) autorizará un incremento al precio del transporte público actualmente establecido en 7 pesos.
La pretensión de los concesionarios es fijar la tarifa en diez pesos, es decir un aumento de tres pesos, tarifa que de entrada ha sido rechazada por la Sevitra por considerar que sería dañino a la economía familiar.
En promedio, los incrementos autorizados en las últimas revisiones a las tarifas, la más reciente ocurrida el 1 de noviembre de 2015, ha sido de un peso, por lo que el precio del transporte podría quedar en 8 pesos.
Durante dos años y medio, el costo se ha mantenido sin cambio aún con el incremento a las gasolinas e insumos para la operatividad.
El gasto en transporte es la segunda variable en la que los hogares ocupan sus ingresos, sólo por debajo del rubro de alimentos, bebidas y tabaco.
El dinero destinado a la movilidad de los hogares a los centros de trabajo o escuelas absorbe el 18.5 por ciento del ingreso neto total monetario, revela el reporte nacional de Movilidad Urbana en México 2015.
Los hogares con ingresos más bajos gastan más en transporte en términos porcentuales; aunque en monto absoluto, los sectores de mayor ingreso gastan más del doble que el decil de menor ingreso, esto debido al efecto de inversión en la adquisición, uso y mantenimiento del automóvil, detalla.
De darse el incremento, el impacto será resentido por las familias después de las vacaciones, pues el traslado a la escuela es un desembolso que más absorbe de los bolsillos familiares.