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Jaime GUERRERO
Oaxaca se ubica en el tercer lugar nacional por número de niñas, niños y adolescentes jornaleros agrícolas, quienes enfrentan severos riesgos tanto a su salud física y emocional como a la exclusión y explotación de toda índole, reportó el oficial de política pública nacional y especialista en política pública de Word Visión México y Campos de Esperanza, Malcom Aquiles.
En tanto, la directora del Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante (IOAM), Aida Ruiz García, indicó que los niños, niñas y adolescentes están inmersos en el complejo flujo migratorio, por causas como la reunificación familiar y contribución al gasto de la casa, situaciones que van asociadas con la pobreza en la que viven.
Durante el taller Riesgos que enfrentan Niños, Niñas y Adolescentes, Jornaleros Agrícolas Trabajadores, convocado por la asociación civil Sikanda, alertó que gran parte de la niñez y adolescencia inmersa en el trabajo en el campo lo hace en actividades agrícolas prohibidas y de alto riesgo desde los 5 años de edad.
De acuerdo al representante de Word Visión México, el sector infantil agrícola, se expone a carecer de servicios de salud, a no tener servicios educativos, al desertar de la escuela, lo mismo en situaciones graves de salud por riesgo de accidentes, enfermedades por exposición a agroquímicos, a jornadas de deshidratación porque están expuestos al sol y a perder opciones de vida a mediano y largo plazo por estas condiciones.
En síntesis, advirtió que se reproducen sus condiciones de marginación y pobreza.
En tanto, la directora del IOAM, Aida Ruiz García, reportó que cada año, salen más de 2 mil personas de las regiones rurales de la Mixteca, Valles Centrales, Sierra Sur y Costa, principalmente, a trabajar hacia el corredor agrícola del Pacifico Norte en el interior del país.
Algunos han establecido su residencia temporal o permanente en los estados de Sinaloa, Baja California, Sonora y Nayarit. Ahí se dedican a la pizca de uva, tomate, espárrago, lechuga verde y arándano.
La funcionaria estatal, admitió que la realidad a la que se enfrentan las y los jornaleros agrícolas es compleja debido a la marginación que padecen, los niveles de alfabetismo elevados y como indígenas, en su mayoría, se integran a relaciones de desigualdad con la población mestiza.
Los jornaleros, están expuestos a ser víctimas de innumerables abusos que van desde irregularidades en el pago de sus salarios, jornadas laborales superiores a las ocho horas y condiciones de explotación.