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Jaime GUERRERO

Encabezados por Margarita Romero Martínez, -diputada suplente de Aleida Serrano Rosado, de la bancada de “Mujeres Independientes”, ex perredista que llegó a la LXIV Legislatura por las siglas del Partido Encuentro Social (PES)-, integrantes de la Confraternidad de Pastores Cristianos Evangélicos del Estado de Oaxaca, calificaron como atentando contra la familia y la cartilla moral anunciada por el Presidente, Andrés Manuel López Obrador, la legalización de los matrimonios de personas del mismos sexo en Oaxaca.

Previó a la aprobación, el pastor Juan Antonio Hernández, la legisladora suplente de Serrano Rosado, quien extrañamente se ausentó de la sesión, y Porfirio Rojas, integrante de esa iglesia, manifestaron el rechazo a la legalización de las personas del mismo sexo, a nombre del Padres de Familia, Ministros de Culto y sociedad en general.

Luego de realizar canticos de esa iglesia en la explanada del congreso, el pastor Juan Antonio Hernández, leyó un pronunciamiento en el que aseguró que la aprobación de los matrimonios de personas del mismo sexo, es una tendencia a nivel nacional que atentan contra la Vida y la Familia, así como de la agenda legislativa del Estado de Oaxaca.

Aseguró que el Estado no tendría por qué intervenir en las relaciones de las personas sean amistosas, amorosas o sexuadas, pero está obligado para hacerlo en la procuración del bien superior del menor; lo que protege la figura del matrimonio es, fundamentalmente, el derecho del menor nacido en el matrimonio.

Hernández, aseguró que los sociólogos insisten en afirmar que la familia, como parte de la sociedad, es una estructura que cambia a lo largo del tiempo. La estructura no va a determinar si es funcional o no, solamente se tratan de diferentes formas de integración.

Criticó las determinaciones Suprema Corte de Justicia de la Nación para modificar escenarios políticos, jurídicos y legislativos desnaturalizando sus funciones judiciales y destruyendo la democracia con el costo que eso implica para los derechos humanos.

El amparo otorgado para que personas del mismo sexo puedan casarse atenta contra una institución fundamental de la sociedad y agrede la voluntad democrática.

El matrimonio es la base la familia y la familia es la base de la sociedad, sin ellos no hay Estado y no hay futuro. Una nación será tan fuerte como lo sean sus familias y es obligación del Estado fortalecer y proteger a la familia y a la fuente de donde proviene: el matrimonio”, recalcó, pese a ser increpado por activistas de la comunidad LGBTTTIQ+ oaxaqueña.

Afirmó que la legalización de los matrimonios de personas del mismo sexo en Oaxaca, estaría atentando contra la primera célula de la sociedad: “LA FAMILIA, misma que es contemplada en la CARTILLA MORAL anunciada por el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos Andrés Manuel López Obrador el pasado 13 de enero del año en curso, donde se considera familia a la integrada por EL PADRE, LA MADRE y LOS HIJOS”.

El respeto a la familia. Este respeto va del hijo a sus padres y del menor al mayor. El hijo y el menor necesitan ayuda y consejo de los padres y de sus mayores. Pero también el padre y la madre deben respetar al hijo, dándole sólo ejemplos dignos. Y lo mismo ha de hacer el mayor con el menor”, completó.

A pesar de que afirmó que la iglesia evangélica es respetuosa de las preferencias de las personas que se identifican con el movimiento LGBTTI, a favor de que no sean violentadas y reciban un trato digno, reiteró que están en contra de que en su búsqueda de identidad, se pretendan dañar los derechos de una mayoría que no comparten sus creencias.

“Sabemos que no podemos estar ajenos a la realidad que nos alcanza y por ello, hemos decidido levantar la voz, porque en esta toma de decisiones que benefician a un sector, no hemos sido considerados y sólo se está legislando para unos cuantos. El matrimonio es la base la familia y la familia es la base de la sociedad, sin ellos no hay Estado y no hay futuro. Una nación será tan fuerte como lo sean sus familias y es obligación del Estado fortalecer y proteger a la familia y a la fuente de donde proviene: el matrimonio”, demandó.

No redefinamos el matrimonio, fortalezcámoslo. No ataquemos a la familia, defendámosla. Nuestros hijos nos lo agradecerán y las generaciones futuras nos lo reconocerán. Hagamos grande a México. Que viva la vida y que viva la familia”, reclamó.

Ya en la sesión, tras la votación a favor de la legalización, los evangelistas, levantaron pancartas en contra de la aprobación, mientras que Romero Martínez diputada suplente del PES; y una mujer que la acompañaba, protestaba airadamente. En una posición literalmente homofóbica, afirmaron que con la legalización de los matrimonios de personas del mismo sexo habría “más maricones en Oaxaca” y los diputados se podrían casar entre si.

De su lado, los activistas a favor de la legalización, lanzaron arengas de festejo.