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Maira Ricárdez

En un estado tradicionalista como este del Sureste Mexicano, es común que cuando niños escucháramos decir a hombres y mujeres conocedores del campo y de la tierra, que cuando las chicharras cantan es que pronto lloverá, pues con su canto llaman o atraen el agua., metereológicamente hay apego a la creencia explicó el ingeniero Cutberto Ruíz Jarquín, del área de Meteorología de la Coordinación Estatal de Protección Civil.

La presencia de estos insectos se da justamente entre abril y mayo en medio de las altas temperaturas y el periodo de estiaje, previo al inicio de la temporada formal de lluvias que en nuestros tiempos se da hacía el mes de mayo.

Y es que en efecto, las olas de calor tienen banda sonora en las populares cigarras. Ocultos en las ramas altas o a ras de pido entre arbustos y hojarasca, estos grandes insectos aprovechan el incremento de las temperaturas para hacer sonar intensamente la verdadera canción del verano en ciudades, pero con mayor vitalidad en campos.

Las cigarras son insectos tímidos que al percatarse de la presencia humana dejan automáticamente de cantar; además con sus tonos pueden camuflajearse en ramas y troncos, al enmudecer se hacen invisibles. Conviene mencionar que las cigarras, como los grillos, no cantan: estridulan, e igual que los grillos, solo lo hacen los machos.

En este contexto, Ruíz Jarquín se refirió a las denominadas lenguas de calor que han afectado parte importante del país y particularmente del Sureste en las últimas semanas, este mes de abril hemos resentido inmenso calor, Tuxtepec registró su máximo histórico en días pasados de 48.5 grados, y es que por el cambio climático los frentes frios nos llegan pero ya muy debilitados; esta condición de calor extremo ha tocado principalmente Nejapa, Cuicatlán y parte del Istmo, y esta será la constante hasta el inicio de la temporada formal de lluvias prevista para mediados de mayo.