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Jaime GUERRERO
Aprobada la llamada “Ley antichatarra” por la LIXV legislatura, el reto será su cumplimiento efectivo, señaló Delhi Trejo Hernández, especialista en nutrición y salud del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) México.
La especialista en nutrición y salud consideró fundamental que la prohibición en la venta, distribución y donación de alimentos y bebidas con alto contenido calórico se debe replicar en todo el país.
“Una medida por sí sola no va a ser suficiente pero sí el conjunto de ellas, es una medida más que suma a lo que el artículo 20 de la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes ya mandata que es la creación de programas de educación alimentaria, la protección del entorno de este tipo de elementos. Se tienen que sumar otras medidas para que se prevenga con fuerza el sobrepeso y la obesidad. Los demás estados tienen que voltear a esta iniciativa”, destacó.
“Uno de los principales retos es que la Secretaría de Salud realice una norma oficial del estado en donde se establezcan los lineamientos y sanciones a las que estarían sujetas. Ese es el principal reto, que se logre avanzar en la norma oficial para que se describa el cómo se van a ir logrando las cosas y cómo se va a monitorear, mucho mejor cómo se va a sancionar y quienes son los responsables del seguimiento”, destacó.
Tras celebrar la decisión del Congreso Local, que calificó como contundente, Delhi Trejo indicó que, si bien podría parecer extraño prohibir la venta y distribución de productos con alto contenido calórico y azucarados a menores de edad, es necesario que forme parte de la nueva normalidad del país como en su momento ocurrió con la restricción a las bebidas alcohólicas y cigarro.
“Hoy en día las bebidas azucaradas y alimentos ultra procesados también están dañando gravemente a los menores de edad. Es por ello que este paso tiene una trascendencia importante que refleja que el estado de Oaxaca se está tomando en serio el problema de salud pública de sobrepeso y obesidad”, subrayó.
Actualmente -señaló- el 35.6 por ciento de los escolares tienen sobrepeso y obesidad, mismo que corre el riesgo de otras enfermedades en lo futuro.
Trejo Hernández señaló que otro reto es que los puntos de venta de estos productos tengan información que permita al público decidir de manera consciente y razonar sobre la importancia de evitar el consumo en la niñez.
De la misma manera ir retirando las máquinas expendedoras que se encuentran dentro de escuelas e incluso en los hospitales pues caería en una contradicción con el mensaje de salud que se desea proyectar.
Otro punto es la homologación de criterios nutricionales para el tipo de productos que se permitirán en las escuelas.