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Maira Ricárdez

Centéotl es la diosa del maíz, relacionada con la fertilidad y la vida. Su teocalli o templo se localizaba en las laderas del Cerro del Fortín y se le festejaba en el octavo mes del calendario mexica que coincide con el mes de julio y en el que se presume se llevaba a cabo un complejo ceremonial que consistía en la elección y sacrificio de una doncella para asegurar el favor de la divinidad; en nuestra época, la representante de la Diosa Centéotl se nombró por primera vez en 1934 y se retomó en 1969, desde entonces, hace 50 años, evolucionando, pero el certamen se ha llevado a cabo hasta el día de hoy.

Es Lilia López Hernández -originaria de Loma Bonita -región de la Cuenca quien resultó electa Diosa Centéotl 2019 para presidir, junto al gobernador, las fiestas de julio, mes de la Guelaguetza; sin embargo una de las variantes de la elección este año, fue la diversidad de edades y localidades inscritas, un ejemplo es el caso de Santa Lucia del Camino, Municipio conurbado a la ciudad de Oaxaca, con la aspirante más longeva del certamen, Flor Eugenia Tecillo Martinez, de 55 años de edad, nunca es tarde para seguir aspiraciones y sueños dijo y su intención es motivar a jóvenes a participar y presentar su cultura a todo el mundo.

Cabe recordar que este fin de semana se llevó a cabo el certamen de elección en la Plaza de la Danza, donde el jurado calificó la participación de un total de 41 mujeres participantes en el certamen que se dividió en dos etapas; el primer día compartieron su historia, tradiciones, comida tradicional, atractivos turísticos, mitos, cuentos y leyendas; y el segundo explicaron la historia de su vestuario tradicional.

La Directora de promoción artística y cultural de la Secretaría de Cultura y las Artes de Oaxaca, Miriam Corro, destacó la nutrida participación de mujeres de todo el Estado, dijo que a partir del 2018 se suprimió el límite de edad para las participantes y hubo una muy buena respuesta particularmente de mujeres mayores, que fueron mayoría entre las participantes este 2019.

En el siglo XV, los destacamentos aztecas asentados en el Cerro del Fortín adoraban a la Diosa Centéotl para agradecer y pedirle que la siembra produjera abundante cosecha; de ahí, este rito actualmente está ligado a la fiesta de la Guelaguetza.