#RedacciónOaxaca

Humberto Cruz

Su legado, su rebeldía solidaria, su sorda ironía, sus muchas huellas en la cantera de #Oaxaca, su desprecio a las reglas sus gestos de niño asustadizo y su incuestionable autoridad moral siguen aquí. En el corazón de tantos.

FRANCISCO TOLEDO era hasta hoy el artista plástico más importante de México y así, de repente, con sigilo, ocupó su lugar entre los gigantes de la historia.

Fue sembrando obra y acciones que florecieron a tiempo para que pudiera acompañarlas. La Casa de la Cultura de #Juchitán, El Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca #IAGO, el Centro Fotográfico “Manuel Álvarez Bravo”, el Centro de las Artes de San Agustín (CASA), fue parte de su creación y sus preocupaciones.

Lo traté poco, era seco, pero educado, vivía a una cuadra de la emisora y no eran pocas las veces que coincidíamos en las calles de García Vigil, Alcalá y sus laterales. En los últimos meses desayunamos juntos un par de veces en la misma mesa pero sin mezclar conversaciones en #LaCosecha; evitamos hostigarlo con las fotos porque sabíamos que no era de su agrado.

En 20 años de ejercicio periodístico fue dos veces a la cabina, cosa rara, muy rara en él; la primera para organizar una “tamaliza” para protestar contra la instalación de un McDonal’s en el zócalo de la ciudad y la segunda para convocar a la solidaridad para una comunidad de la sierra castigada por la naturaleza.

Saludaba parco, pero sin desplantes, pero a la hora de abrazar una causa era elocuente, firme, estratega y perseverante.

Lo vi apretar los puños y los maxilares, lo escuche implacable contra los excesos del poder y lo vi con los ojos inundados, buscando retazos de aliento para seguir hablando cuando algo lo agobiaba… a veces sabía que lo miraba y con un gesto, un ademán, agradecía el no hacer preguntas o apología de sus gestos solidarios.

A dónde va?

Su huella está por todos lados, en edificios públicos y privados, lo mismo en las calles de Monterrey que en el Moderno estadio de los Diablos Rojos del México, en el Centro Cultural San Pablo o en los recintos culturales y artísticos más renombrados del país.

A partir de esta noche su biografía será del dominio público… pero la mirada huidiza, en forzado e incompleto intento de sonrisa para devolver el saludo o la alegría mal reprimida que le conocí se funde como lava hirviente en el fondo de mi admiración y respeto.

Descanse en paz Francisco Toledo.