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Jaime GUERRERO
La LXIV Legislatura de Oaxaca aprobó la “ley antichatarra”, con la que queda prohibida la venta de bebidas azucaradas y alimentos con alto contenido calórico a menores de edad.
Tras la aprobación, la diputada promovente, Magaly López Domínguez, sostuvo que no llegará la catástrofe anunciada por los empresarios. No existirá su paisaje desolador de desempleo; no se prohibirá el chocolate oaxaqueño, ni el pan de yema, ni las tlayudas; no cerrarán las tiendas de abarrotes ni se perseguirá judicialmente al tendero de la esquina.
En contra parte, la priísta, Yarith Tannos, en una retórica “maniqueísta” afirmó que la aprobación sin consulta a los diferentes sectores “afectados”, representa una acción dictatorial.
El dictamen adiciona el artículo 20 Bis de la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Oaxaca, para eliminar de formas de malnutrición de niñas, niños y adolescentes en Oaxaca, es decir la venta de alimentos y bebidas chatarra y establece sanciones administrativas a quienes infrinjan las disposiciones.
De esta manera, Oaxaca se convierte en el primer estado del país en restringir el alcance de productos como refrescos, jugos, papas fritas, pan empaquetado, entre otros, a las y los niños, tal como sucede en el caso de cigarros y bebidas alcohólicas. En este sentido quedará en manos de las madres y padres de familia la responsabilidad del consumo de estos productos en sus hijas e hijos.
“La obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas en nuestro país, el de mayor obesidad en América Latina, según datos de la Organización Mundial de la Salud. En esta siniestra clasificación, Oaxaca ocupa el segundo lugar entre los estados con más obesidad en adultos y el primer lugar con obesidad infantil. Alrededor de 28 de cada 100 niñas y niños del estado de entre 5 y 11 años, padecen sobrepeso u obesidad, de acuerdo con los Servicios de Salud de Oaxaca”, señaló la diputada Magaly López Domínguez, promovente de la “Ley antichatarra”
Recalcó que no existe duda sobre lo nociva que resulta la comida chatarra. Si ya nadie discute la prohibición de venta de tabaco y bebidas alcohólicas a menores de edad, tampoco debe cuestionarse la prohibición de que se les vendan otros tipos de veneno, como los refrescos y los alimentos chatarra.
“No cabe justificación alguna basada en consideraciones de mercado. Frente a las ganancias debe prevalecer el interés superior de la niñez, que no es un principio declarativo, sino de cumplimiento obligatorio”, apuntó.
López Domínguez, sostuvo que no llegará la catástrofe anunciada por los empresarios. No existirá su paisaje desolador de desempleo; no se prohibirá el chocolate oaxaqueño, ni el pan de yema, ni las tlayudas; no cerrarán las tiendas de abarrotes ni se perseguirá judicialmente al tendero de la esquina.
La legisladora local, puntualizó que se prohibiría la venta a niñas, a niños y a adolescentes. “Que sean mamá y papá quienes decidan si sus hijos pueden o no comer esos productos. Que sea bajo su responsabilidad. Que sea una decisión de quienes tienen la tutoría legal, de quienes tienen a su cargo su salud y su integridad. Que no sea decisión de las empresas. Que no sea una decisión de los capitales transnacionales”, atajó.
En contra de la iniciativa, la diputada priista Yarith Tannos señaló que la aprobación sin consulta a los diferentes sectores “afectados”, representa una acción dictatorial.
“El que se pretenda aprobar una iniciativa de ley que no se ha socializado es una irresponsabilidad, es nuestro deber escuchar voces de los especialistas, padres de familia, de quienes educan, de quienes deben de aplicar la ley y de los empresarios. Estamos a favor de la salud de la población infantil, pero sin embargo el prohibir la distribución, venta, regalar o suministrar a menores de edad bebidas azucaradas de alto contenido calórico en un momento trágico que hoy estamos viviendo a causa de la covid-19, es un gran golpe para las empresas oaxaqueñas golpeadas por la crisis económica y de salud”, reprochó.
No obstante, la diputada plurinominal, se abstuvo d votar en contra. Solo fue pose política.
De su lado el diputado Othon Cuevas Córdova resaltó que la nueva normalidad ante la presencia de la Covid-19 también implica garantizar el derecho a una alimentación sana toda vez que los grupos de mayor riesgo son aquellos con enfermedades provocadas por la obesidad.
Afirmó que no se limitará la comercialización de alimentos tradicionales; al contrario, la responsabilidad por el consumo de los denominados “chatarra”, estará a cargo de las madres y padres de familia. Se trata del avance de una política pública que prioriza la salud sobre los intereses económicos, aseveró en la tribuna de la 64 Legislatura del Estado.
El representante popular, Othón Cuevas Córdova, resaltó que la iniciativa nace de la sociedad civil y se fundamenta en la Declaración Universal de los Derechos del Niño y de la Niña, modelo ratificado en el concierto internacional.
La propuesta legislativa, aprobada en la sesión ordinaria de este miércoles, toma como referente estudios académicos y científicos en materia de salud, así como compromisos internacionales como el suscrito por México en la Agenda 2030, aprobada el 25 de septiembre de 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas -en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible- que entre sus objetivos plantea reducir cualquier forma de malnutrición.
Así, niñas, niños y adolescentes tendrán el derecho de disfrutar del más alto nivel posible de salud. Para este propósito, los tres niveles de gobierno deben coordinarse para llevar a cabo la promoción de una alimentación sana y balanceada, el consumo de agua potable como parte esencial de la nutrición, así como fomentar el ejercicio y las actividades físicas en la población infantil.
En el caso de Oaxaca, estadísticas oficiales reportan que el 12.7% de niños menores de 5 años presentan desnutrición crónica (baja talla y bajo peso), y 1.2 millones presentan anemia crónica.
En tanto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), señala que uno de cada ocho niñas y niños menores de 5 años padece desnutrición crónica, considerando que la desnutrición se presenta principalmente en los estados del sur de México, como es el caso de Oaxaca, en las comunidades rurales más que en las urbanas, siendo los más afectados los hogares indígenas.
En este contexto, diputadas y diputados, aprobaron la modificación a la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Oaxaca, misma que fue turnada al Ejecutivo estatal para su publicación en el Periódico Oficial.
El legislador del Partido Encuentro Social, Fabrizio Emir Díaz Alcázar, manifestó que la adición a la Ley propicia un marco legal que procura el bienestar de la infancia. De su lado el diputado, Noé Doroteo Castillejos, resaltó que la reforma legal apela a la conciencia de los adultos sobre el consumo de los alimentos y bebidas de alto contenido calórico.
Culminada la sesión, en conferencia de prensa, los integrantes de la bancada de Morena, rechazaron un golpe a la economía de las y los oaxaqueños al vetar la comida chatarra a niñas y niños de la entidad, toda vez que esta prohibición no es generalizada.
Agregaron que ahora corresponde a los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), vigilar la aplicación de la ley.